La adolescencia, un viaje de transición entre la infancia y la madurez

El/la adolescente es el héroe/la heroína por excelencia, tiene la valentía y rebeldía necesarias para comenzar el viaje de la búsqueda de la propia identidad. Todo/a adolescente tiene que romper normas, es parte de su crecimiento, de la separación del mundo de sus padres y madres.

Mientras los y las adolescentes se encuentran en el proceso de su viaje interno, reciben poco reconocimiento y, menos aún, el aplauso del mundo externo. Es una etapa en la que el mundo familiar y las perspectivas que se tienen sobre él, muchas veces no concuerdan con lo que él siente en esos momentos o con lo que puede o está dispuesto a cumplir.

Las preguntas que hacen sobre los valores recibidos y las actitudes que toman ante ellos, incomodan. Éste es el motivo por el que un viaje así puede mejorar mucho con acompañamiento, para infundir valor y que logren expresar su visión, fuerza para establecer límites y confianza para llegar a hacerse responsables de sí mismas.

¿Cuál es el propósito de este grupo?

Uno de los primeros objetivos es dar a los adolescentes, que se están convirtiendo en personas adultas, un espacio donde poder trabajar temas que se refieren al desarrollo de su identidad (que pueden ser de propuestos por el propio grupo o por los/as acompañantes) y al propósito que cada uno/a establezca de lo que se quiera llevar a lo largo de ese desarrollo y qué quieren dejar.

Y al mismo tiempo, darles un espacio para experimentar, ensayar distintas formas de ser, de pensar y de sentir, conocerse mejor a sí mismos y compartir temas que les inquieten y trabajar una visión que les pueda dar una referencia constructiva en su desarrollo personal y emocional.

¿Quién puede participar en el grupo?

Hay dos tipos de héroes y heroínas: las que deciden comenzar el viaje y los/as que prefieren esperar a que la vida les empuje.

El camino no es fácil, pero lo único que merece la pena es recorrerlo. Tú decides.

En el grupo participarán chicas y chicos de 12 a 18 años.